Vale, el apagón está solucionado… ¿y ahora cómo reclamamos?

01 de

mayo

de 2025

Los distintos tipos de daños: más allá de la nevera apagada 🧊

Cuando hablamos de los efectos de un apagón, muchos tienden a reducirlo a la comida estropeada en la nevera. Pero las consecuencias van mucho más allá:

🧍‍♂️ Daños personales

Son menos frecuentes, pero pueden ocurrir. Personas que sufren caídas en plena oscuridad, que no pueden utilizar aparatos médicos esenciales o que sufren crisis de ansiedad por el aislamiento y el desconcierto. Todo ello puede dejar una huella psicológica o física importante.

💻 Daños materiales

Desde la pérdida de alimentos y medicamentos hasta la avería de electrodomésticos por sobretensión, pasando por instalaciones eléctricas dañadas. En muchos hogares, la falta de luz también supuso la pérdida de dispositivos electrónicos fundamentales para el teletrabajo o el estudio.

🚆 Daños inmateriales

Quizá los más difíciles de cuantificar: trenes perdidos, vuelos cancelados, citas médicas anuladas, reservas de hotel inútiles… Situaciones que además de tener coste económico pueden afectar gravemente a la vida laboral y personal de las personas.

Frente a esto, ¿qué se puede reclamar realmente? ¿A quién corresponde la responsabilidad? Y sobre todo: ¿quién va a pagar el coste del apagón?

La importancia de conocer las causas del incidente 🔍

OCU, junto a la organización portuguesa DECO y la red Euroconsumers, ha solicitado una investigación transparente e independiente que aclare lo ocurrido. Y no es para menos: de las causas del apagón depende el derecho a ser indemnizado.

Si se confirma que se ha tratado de una circunstancia de fuerza mayor, muchos consumidores no podrán reclamar indemnización alguna. Pero si, por el contrario, se demuestra que ha habido una negligencia por parte de la empresa distribuidora, entonces sí podrá exigirse responsabilidad directa por los daños sufridos. Hay que recordar que Red Eléctrica Española sólo es pública en un 20%.

Según el Real Decreto 1955/2000, no se consideran causas de fuerza mayor aquellas derivadas de la inadecuación de las instalaciones eléctricasfalta de previsión en la gestión o errores estructurales del sistema. En estos casos, la responsabilidad recaería directamente sobre las eléctricas.

Mientras tanto, lo más prudente es recopilar todas las pruebas: facturas, tickets, fotografías, informes técnicos, etc. 🧾📸

Distintas organizaciones de consumidores piden una investigación transparente 🧭

No estamos hablando de una simple interrupción doméstica. Este apagón ha afectado a millones de personas en España y Portugal, y también ha puesto en evidencia la falta de una estrategia europea de respuesta rápida ante este tipo de fallos masivos.

Por ello, la OCU ha exigido al Gobierno español, al portugués y a la Comisión Europea que se investigue con transparencia qué ha ocurrido, quién es responsable y cómo se va a evitar que vuelva a suceder. Porque no solo está en juego la fiabilidad del sistema eléctrico, sino también la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.

Además, organizaciones como CECU han aprovechado este momento para recordar la necesidad de mantener formas de pago en efectivo, sobre todo en una era de digitalización masiva que puede colapsar ante incidentes como este. En muchos comercios, no se podía ni pagar un pan por no funcionar los TPV. 💳❌

Compensaciones irrisorias en un mercado sobredimensionado 😡

Uno de los mayores agravantes de esta situación es el desequilibrio entre los daños reales sufridos y las compensaciones previstas. Según la normativa, las distribuidoras deberán aplicar, como máximo, un descuento del 10% en la factura anual, siempre y cuando se superen unos umbrales de interrupción establecidos.

En la práctica, esto se traduce en descuentos ridículos que apenas cubrirán unos pocos euros al año… ¡Y eso si se cumplen las condiciones y no hay trabas en el proceso! Además, no se aplicarán hasta 2026, lo que constituye otra tomadura de pelo para los usuarios. 🤯

Mientras tanto, las compañías eléctricas siguen marcando precios récord en el mercado mayorista, y los ciudadanos continúan pagando facturas cada vez más elevadas por un servicio cada vez más inseguro.

¿Y los seguros? Una vía compleja pero necesaria 🧾

En muchos casos, los daños materiales pueden estar parcialmente cubiertos por seguros de hogar o viaje. Pero esto no es automático: hay que revisar las pólizas, los límites de cobertura y los procedimientos de reclamación. Y, como suele ocurrir, las aseguradoras no siempre facilitan el proceso.

Si no se obtiene respuesta, se puede reclamar ante la Dirección General de Seguros, pero el proceso puede prolongarse y generar más frustración que soluciones.

Por todo ello, las organizaciones de consumidores piden a las aseguradoras que se impliquen -jajajajaja- con los afectados, especialmente en situaciones excepcionales como esta, y que no apliquen letra pequeña que imposibilite la indemnización.

El precio de un mercado “libre” sin control 🏛️

Este apagón ha puesto sobre la mesa una de las grandes contradicciones del sistema actual: el libre mercado no garantiza ni eficiencia ni seguridad. En el sector eléctrico español, liberalizado desde hace años, lo que vemos es una red cada vez más frágil, precios descontrolados y un escudo jurídico que protege más a las compañías que a los ciudadanos.

Todo ello en un contexto donde el precio de la luz se ha multiplicado en los últimos años, con récords históricos casi cada trimestre, mientras el salario medio apenas se ha movido. El apagón no es más que el síntoma de una enfermedad estructural: un modelo energético que antepone los beneficios empresariales al bienestar colectivo.

¿Qué pueden hacer los consumidores? 🤔

Mientras se aclara el origen del incidente, lo más importante es actuar con previsión:

  1. Documentar todo: fotografías, tickets, facturas, partes médicos.

  2. Revisar pólizas de seguros y consultar con las aseguradoras.

  3. Solicitar reembolsos a compañías de transporte, aerolíneas, etc.

  4. Guardar las facturas de reparación de electrodomésticos o compra de alimentos.

  5. No caer en la desinformación y contrastar fuentes oficiales.

Además, es importante que los consumidores no bajen la guardia. Organizaciones como la OCU, FACUA y CECU pueden ayudar en los procesos de reclamación, y también es posible acudir a asociaciones de consumidores locales o regionales para obtener asesoramiento personalizado.

Reclamar no solo es posible, es necesario 💪

Aunque el panorama legal no sea sencillo, reclamar los daños producidos por el apagón es un acto de justicia. Porque en un sistema en el que los beneficios están privatizados pero los daños se socializan, lo único que queda al ciudadano es la exigencia activa de sus derechos.

Lo ocurrido no debe quedar en el olvido ni diluirse en los informes técnicos de una investigación a puerta cerrada. Hace falta una respuesta política contundente, una revisión del modelo energético y una compensación justa para los afectados.

En un mercado tan desregulado como el eléctrico, donde los precios se disparan pero el servicio se tambalea, el apagón ha sido más que una avería técnica: ha sido un apagón de confianza. Y esa, también hay que repararla. 🕯️